Será muy interesante leer los análisis de los analistas de negocios, economistas, estudiosos del comportamiento humano… cuando el efecto COVID-19 haya pasado y sólo sea un recuerdo. Podremos aprender muchas cosas de nosotros mismos y cómo reaccionamos como personas, como empleados, como gestores de empresas, cómo sentimos y cómo nos comportamos, cómo pensamos y cómo decidimos.
El futuro incierto que se vislumbraba delante de nosotros es comparable con la imagen de adentrarse en el desierto por primera vez: Es desconocido, te imaginas terribles problemas, es enorme, no hay caminos, las dunas se mueven, no hay agua y te puedes morir de sed…
¿Cómo reaccionamos ante un futuro incierto?
Es curioso ver como muchas empresas, cortaron pagos y reclamaron cobros lo primero de todo. Su objetivo era tener flujo de caja y no se preocuparon de sus proveedores. (Supervivencia)
Otras empresas directamente cerraron sus puertas y decidieron esperar hasta tener más claridad en la información que llegaba. No había nadie ni al teléfono. (Hibernación)
Alguna de ellas, decidieron seguir operando reduciendo sus costes, solicitaron apoyo a sus proveedores para que también bajaran sus tarifas temporalmente para poder seguir generando negocio juntos. (Supervivencia colaborativa)
Otras diseñaron un plan de trabajo para aprovechar el momento y finalizar los proyectos que tenían en marcha. (Parada de refuerzo con inversión en futuro)
Algunas otras multiplicaron sus iniciativas de valor añadido, se dedicaron a contactar a sus clientes y a buscar nuevos. No se negaban a quedarse quietas, sino que decidieron mejorar su propuesta de valor. (Desarrollo creativo líder)
¿Qué hiciste tú o qué hicieron en tu empresa? Aunque hay muchas más actitudes empresariales respetables, y gracias a la suma de todas ellas, el tejido empresarial es resistente y adaptativo, invito a esta reflexión tan interesante si quieres entender el ADN de tu propia empresa.
Construye tu mundo
Build your world es el mantra de Processing SMART. Este mantra representa la evolución colaborativa con tus clientes y proveedores, porque sólo lo que se haga en conjunto enriquece: el no parar, el seguir buscando una propuesta de valor mejorada, más creativa, que aporte mayor valor al cliente es la clave.
Algunas empresas desaparecerán, otras crecerán. Parte del capital humano se transformará y se moverá de unas a otras… es la realidad natural del mundo empresarial.
Los amigos con los que trabajo (mis clientes) saben que mi recomendación es EVOLUCIONAR SIEMPRE y nunca parar. ¡Si no ves más puertas a las que llamar, constrúyelas!
La Clave: Diseña tu travesía por el desierto
- Prepárate para entrar en el desierto. ¿Qué necesitas para sobrevivir?
- Define el objetivo a alcanzar fuera del desierto. Trabaja la visión de futuro.
- Determina un plan de trabajo muy intensivo, selecciona el equipo de trabajo que tiene que acompañar en la salida y cuáles son los que deben estar en la llegada.
- Y ¡trabajar, trabajar, trabajar! Trabaja con un gran control de la situación de futuro a alcanzar para no perder el rumbo.